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31 diciembre 2009

Feria, fin de año y la que la parió

O: ¿Tiene un minutito de paz que me dé?
A: Sí, acaban de llegar, ¿cuántos quiere?, ¿se los peso?
O: Uno.
A: ¿Lo echo a la bolsita que trae?
O: No, está bien así.
A: Es muy chiquita, déjeme pasarle una grande.
O: No importa.
A: Páseme su minuto de paz, se lo envuelvo.
O: Le dicen que no, gracias.
A: Que le paso la bolsa.
O: ¡Dije un minutito, sólo uno!!!
A: Ok, ok, veo que andamos de malas pulgas, ¿va a llevar un poco de felicidad? está en promoción.
O: Grrrr... VINE POR UN MINUTITO DE PAZ, SEÑOR. No quiero promociones, ¡quiero mi minuto de paz y punto!
A: ¡OKAY! Toma. ¡Ahí tení!
O: Gracias.
A: Tu minutito de paz y la que te parió!
O: ¡Gracias, no sabe cuánto lo necesitaba!

Por lo que fue y por lo que viene, cualquier cosa que eso signifique.

12 noviembre 2009

María a secas

Llegó el día. Nada inusual.
María entró y se recostó en la cama.
Ahí estaba él, mirándola como
quien recibe un premio.

Pensó que tenía todas las de ganar.
Que ya no habrían excusas.
Ella, pura, le daría su primera vez.

Se acercó suavemente a María.
Ella temblaba.
Y susurrante le dijo que la amaba.
Ella bajó los ojos.
No simulaba sorpresa,
la timidez era real.

Él se le acercó más.
Llegó a estar a centímetros de su cara.
Olía su aroma.
Sabía que tenía que
acercarse un poco más...

"Esta es tu primera vez",
dijo él excitado.
"Sí -dijo María, esta vez sonriendo,
burlescamente y con sorna-.
Y levantando la vista,
con los ojos encendidos, fulminó:
"esta es mi primera vez... contigo".

23 octubre 2009

Catalepsia


Había gritado hasta que el aire no lograba entrar a sus pulmones.
Por encima de su frente creía ver una pálida luz, tenebrosa, insinuante.
Respirando agitadamente, las cuencas de sus ojos
se hundían en la inevitable sensación de muerte.
Su lengua se secaba, doliente, y la mucosa de su boca era ya un recuerdo.
Y como en un telepronter, veía sus propias palabras pensadas hace pocos minutos:
"No me entierren vivo... ¡No me entierren vivo!"

28 septiembre 2009

Ergo sum


Aqví vivo
y mvero
delirantes círcvlos
espiralísimos
el delirio es
y la sal también
malditas esqvinas
fvribvndas hordas
y ese ángel
la lvz impertérrita
abrelatas del abismo
cojera incesante
-avec moi-
prerrogativas
recitadas citas
y laúdes
y grimófonos
y sempiternos
y gallifantes:
reciban mi alabanza
adoren mi trinidad.

22 agosto 2009

Adieu

06 agosto 2009

Noticias de Macarena: de gallinas, misivas y amores descocados

Estimadísima Mina Gatti:

He recibido vuestra misiva, absolutamente descontrolada y feliz sobre la tan buena noticia que, a todas luces, me acaba de dar. El que mi ahijada haya aparecido, descocada o no, taciturna por el gallo vecindero o no, relegada a las fauces del amor pasional y gallístico o no, me parece de un tenor menor frente a la completa tranquilidad de saber que está viva. ¿Habrá salido a alguien, esta mocosa, que, a vista y paciencia de todos, sabiendo que su digno amor la había dejado, su incólume e innolvidable Ptolomeo, preso por la locura y, quién sabe dios, errante buscando sus propias cuitas, se lanza Macarena del Pilar, mi ahijada Macarena del Pilar Coq, que a esta altura haberse llamado así le introduce una alcurnia digna del milenio pasado, pero no de nuestros tiempos, sí, esta Macarena, que a quién habrá salido, para lanzarse sin más ni más a las garras de un amor barrial, vecinal, regordeta ella por dentro de tanto amor que se le quedó atragantado con la partida de su primer amor?

Pues, he tomado nota de lo que hay que hacer. Haré valer mi entrenamiento en seguridad nacional y levantaré la voz de alerta. No volverá a desaparecer.

Ahora bien, que ella esté buscando su felicidad, me parece de lo más natural. Déle de mi parte mi beneplácito. Dígale que feliz estoy de que haya vuelto y que, además, siga las voces de su corazón.

A la espera de nuevas instrucciones,

Paz de Bergerais.

30 junio 2009

Desastre


No habías recordado hasta ese día que tenías ese cassette viejo de los Sumo cantando "Lo quiero ya" a todo pulmón. Te viste con tu walkman caminando por Las Palmas, comiendo un lomito y fumando tus lucky sin filtro, cuando no te importaba que se te llenarían las arterias de grasa ni el colesterol ni todas esas patrañas que los viejos de antes no conocían.

Ya no te importaba si sonaba como tarro, era el mismo que escuchaste tantas veces y del que, de tanto hacerlo, llegaste a reconocer cada una de las pifias que tenía la cinta. Una y otra vez te repetiste que debías escucharlo, así, en original.

Buscaste ese viejo walkman, sabías que había quedado en una de esas cajas de cuando te cambiaste del departamento de soltero. Poco quedó de lo que fue tu vida de no casado: un par de discos viejos de Deep Purple, tus camisas domingueras, ese sillón donde jugaste mil veces con un play station prestado y que fue también el sillón de muchos encuentros buscados o no.

Llenaste el vaso con wisky y miraste por la ventana. Ya no tenías para qué esconder tu frustración. Hace tres años que te habías cambiado, que habías decidio casarte y la letra de la canción seguía revoloteando en tu cabeza:

"Nada te ata a leer la novedad,
nadie te pisa,
nadie te invita,
ni te van a chupar.
No se lo que quiero, pero lo quiero ya."

Y ahora sonaba con más fuerza, con más furia de la que sentiste hace 15 años. Tenías en tu mano el cassette y te quemaba recordando qué fue de tanta energía, de tanta pasión, de la soberana ilusión de que nada iba a terminar así, de que ibas a encontrar el sueño dorado.

Lo tomaste, abiste la ventana y lo lanzaste lejos. Viste cómo se destrozó en el pavimento y esa emoción fue suficiente: lo que querías, lo querías ya.

17 junio 2009

Obituario

Se comunica el sensible fallecimiento de
+
LA POLÍTICA

Después de un largo sufrimiento, terminó por ahogarse en su propia mierda.

30 mayo 2009

Eterno retorno


Tímidamente se asomó al balcón.
Sabía que en unos minutos llegaría.
Ya había tenido la sensación de ausencia antes.
El abandono, la tortura,
la necesidad en la punta de los labios.
Y recordó su infancia,
plagada de buenas intenciones,
pero con pocos aciertos.
Tímidamente abrió la puerta.
Sabía que era una noche más.
Ya había tenido la sensación de vacío antes.
El arrojo, la pena,
la pasión aunque supiera que era pasajera.
Y recordó su presente,
plagado de buenas intenciones,
pero con pocos aciertos.

06 mayo 2009

Trémula


Hay algo que no tiene nombre.
Lo busco en las esquinas,
bajo los árboles,
en los ojos de los que pasan
por mi lado.

Hay algo que no tiene sombra.
Se desdibuja en el asfalto,
pareciera que las montañas algo dicen
y los perros huérfanos lo ocultan.

Y las vísceras me lo recuerdan:
no tiene nombre, no tiene sombra.

Busco algo que no tiene nombre.
Busco algo que no tiene sombra.

29 marzo 2009

Vier minuten


Diez minutos la separaban de su cita.
Tomó sus llaves y miró hacia la puerta.
Temió cruzarla y volver no siendo la misma.

Hizo como si olvidara algo.
Revolvió algunas cosas, papeles, cuentas, el diario de hace tres días.
Fue al espejo y volvió a mirarse.

Ya no tenía la lozanía de hace cinco años.
Ni siquiera la de hace diez minutos.

Arregló su cabello.
Miró las cuencas de sus ojos
y los vio más hundidos.

Tomó con más fuerza las llaves,
decidida a cruzar por esa puerta.

Hizo una mueca y caminó hacia la entrada.
Se detuvo.
Le restaban cuatro minutos.

Muchas veces se hizo la misma pregunta:
"¿y si no lo hiciera?,
¿qué pasaría si no lo hiciera?..."

Sacudió su cabeza,
tomó la manija de la puerta
y salió.

19 enero 2009

Cuarto de sombras

Escena 1

Detenida y Aprendiz se encuentran sentadas cada una en una silla, frente a frente. Se miran con desconfianza. Se escucha música de jazz en el fondo. Hay una vela que ilumina el cuarto.

Detendida: Déjame ser como yo quiero! (golpeando los mangos de la silla)

Aprendiz: (con voz pausada) No sabes lo que haces.

Detendida: Es que no comprendes.. Son tantos años de esperar.

Aprendiz: Te he dado tiempo, todo el tiempo que necesitas y sólo has podido llegar hasta aquí.

Detendida: ...sabes que necesito, lo sabes. ¿Qué es lo que no comprendes?

Aprendiz: Hay miles de razones por las que deberías desaparecer. Quisiera que entendieras que esto es por tu bien.

Detenida: (tomando su cabeza entre sus manos) sería tan fácil si pudieras ver lo que yo veo... desde aquí.

Aprendiz: sería más fácil si te enteraras de que hay cosas que no pueden ser. No debes continuar. No me dejas seguir. Debo eliminarte.

Detenida: (levantándose de la silla) No puedes.

Aprendiz: (alzando la voz, sorprendida) Claro que sí!

Detenida: (mirando fija y dulcemente) Nunca podrás.

Detenida toma su sombrero, apaga la vela suavemente con sus dedos y vuelve a ser una con Aprendiz.


A Jorge Díaz, a mil obras de distancia

04 enero 2009

La falsedad


Si confiamos en el ser humano, tenemos la abierta libertad de creer, en nosotros mismos primero, en los demás después. Pero cuando transgreden la sutil barrera de la confianza, se destroza algo en el alma. Parece que el tiempo se detiene y se llena el universo de un aire denso.

No todo es como lo vemos. Ni como lo sentimos. Ni como lo pensamos.

Los sentidos, engañosos sentidos, nos presentan una realidad que llegamos a interpretar como segura, cuando así los signos nos lo plantean. Si pudiésemos sacar todas las posibles inequidades que las palabras presentan cuando tratamos de confiar en otro, esto sería posible. En su totalidad.

Y aquí aparece la señorita falsedad.

Vestida de fiesta, se infla como pecho de paloma al ver su plan cumplido. LLega satisfecha, ganadora, un peso menos en el cuerpo. Lo hecho, hecho está. Y bien. Logró su objetivo.

María no era tan virgen.